Cirugía Conservadora
Este tipo de intervención consiste en la extirpación del tumor con un margen de tejido mamario sano, más o menos amplio, manteniendo intacto el resto de la mama. Puede ser una tumorectomía (extirpación del tumor y un margen de tejido sano), o una cuadrantectomía (extirpación de un cuadrante de tejido mamario en el que se incluye el tumor).
La cirugía conservadora siempre se ha de complementar con un tratamiento de radioterapia, con el objetivo de destruir las células tumorales que puedan quedar en la mama. En caso de que la paciente necesite tratamiento adyuvante con quimioterapia, la radioterapia puede ser necesario aplazarla.
La realización de la cirugía conservadora, depende de una serie de factores como es la localización del tumor, el tamaño de las mamas, la estética tras la intervención, etc. El cirujano, junto con el paciente, valorará esta posibilidad.
La tendencia actual es que cada vez se emplee más la cirugía conservadora para el tratamiento del cáncer de mama.
Para poder apreciar la importancia de la cirugía conservadora en el cáncer de mama se realizó una revisión exhaustiva de diferentes estudios sobre este procedimiento -tanto nacionales como extranjeros-, que tuvieran buena casuística y estuvieran metodológicamente bien confeccionados. Esta enfermedad, que cada vez tiene mayor carácter crónico, es un problema de salud frecuente que produce alteraciones corporales significativas y que tiene además una importante connotación psicosocial pues influye de forma negativa en la autoestima de las mujeres. Tras la revisión se pudo concluir que la cirugía conservadora es el tratamiento de elección en las pacientes con cáncer de mama en estadios I y II, pues permite conseguir un control local satisfactorio con una menor mutilación, sin modificar la supervivencia ni el índice de metástasis a distancia. Por tanto, hay que generalizar esta modalidad de tratamiento para que con ello se beneficie un mayor número de mujeres.